TERMINATOR CONOCE A JESUCRISTO


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viernes, 1 de agosto de 2008

MITO Y REALIDAD DEL SATANISTA



EL que un Satanista no cree en Dios es un concepto popular bastante erróneo. El concepto de “Dios”, tal como es interpretado por el hombre, ha sido tan variado a través de todas las épocas, que el Satanista simplemente aceptar la definición que mejor se ajuste a sus necesidades. El hombre siempre ha creado sus dioses, en vez de sus dioses haberlo creado a él. Para unos, Dios es benévolo; para otros, resulta aterrador. Para el Satanista, “Dios” —por cualquier nombre que se le llame, o bien por ningún nombre en absoluto— es visto como el factor de equilibrio en la Naturaleza, y no como un ser al que le preocupe el sufrimiento. Esta poderosa fuerza que permea y equilibra el universo es demasiado impersonal para preocuparse por la felicidad o la miseria de las criaturas de carne y hueso de esta bola de mierda sobre la cual vivimos.Cualquiera que piense en Satán como malo debería tener en cuenta todos los hombres, mujeres, niños y animales que han muerto porque ello era “Voluntad de Dios”. Con toda seguridad, una persona que lamente la pérdida inoportuna de un ser querido ¡preferiría mil veces tenerla otra vez junto a sí que en las manos de Dios! En cambio, son consolados melosamente por el clérigo de turno que dice “Fue la voluntad de Dios, hija mía”; o “Ahora descansa en las manos de Dios, hijo mío”. Tales frases han sido una manera conveniente que los religiosos han utilizado para justificar o excusar la impiedad de Dios. Pero si Dios está al mando y es tan benévolo como se supone que es, ¿por qué permite que pasen estas cosas? Durante mucho tiempo los religiosos se han abalanzado sobre sus biblias y reglamentos para probar o refutar, justificar, condenar o interpretar. El Satanista se da cuenta que el hombre, y la acción y reacción del Universo, son responsables de todo lo que ocurre, y no se engaña creyendo que a alguien le importa. ¡Ya no nos quedaremos sentados y aceptaremos el “destino” sin hacer algo al respecto, sólo porque así lo dice en el Capítulo tal y cual, Salmo así y asá, y baste con eso! El Satanista sabe que el rezar no ayudará mucho —de hecho, disminuye las posibilidades de éxito, ya que lo que suelen hacer las personas devotas es sentarse complacidamente y rezar por una situación que, si hicieran algo, la resolverían mucho más rápido! El Satanista rehuye términos como “esperanza” y “oración” ya que son indicio de aprehensión. Si esperamos y rezamos para que suceda algo, no actuaremos en una forma positiva para hacer que suceda! El Satanista, dándose cuenta que cualquier cosa que consiga es gracias a sus propios actos, toma control de la situación en lugar de rezarle a Dios para que ello suceda. El pensamiento positivo y la acción positiva añaden los resultados. Así como el Satanista no reza para pedir la ayuda de Dios, tampoco le reza para que lo perdone por sus propios errores. En otras religiones, cuando uno hace mal, va y se le reza a Dios, o se confiesa a un intermediario y le pide que ore a Dios para que le perdone por sus pecados. El Satanista sabe que si la oración es de ningún provecho, el confesarse ante otro ser humano como él mismo, es menos provechoso —y es por demás, degradante. Cuando un Satanista comete un error, se da cuenta que cometer errores es algo natural —y si se siente mal por lo que ha hecho, aprenderá de ello y se cuidará de no hacer lo mismo de nuevo. Si no se siente mal por lo que ha hecho, y sabe que hará lo mismo una y otra vez, no tiene por que ir a confesarse, mucho menos pedir perdón. Pero esto es exactamente lo que sucede. La gente confiesa sus pecados para que puedan limpiar sus conciencias —y tener la libertad de seguir pecando una y otra vez, casi siempre cometiendo el mismo pecado. Hay tantas definiciones de Dios, en el sentido acostumbrado de la palabra, como tipos de personas. Las imágenes van desde la creencia en un dios que es más bien una idea algo vaga, una especie de “mente cósmica universal”, hasta una deidad antropomórfica con una larga barba blanca y sandalias que sigue con atención todas las acciones de cada individuo. Aún dentro de los confines de una religión dada, las interpretaciones personales de Dios difieren enormemente. Algunas religiones van hasta el punto de etiquetar a alguien que pertenece a una secta religiosa que no sea la de ellos, tildándolo de hereje, aunque las doctrinas generales e impresiones que se tienen de la divinidad sean bastante parecidas. Por ejemplo, los Católicos creen que los Protestantes están condenados al Infierno simplemente porque no pertenecen a la Iglesia Católica. De igual manera, muchos grupos que se han separado de la fe Cristiana, como las iglesias evangélicas o revivalistas, creen que los Católicos son paganos que adoran imágenes. (Cristo es representado en una imagen que sea físicamente más parecida al individuo que lo esté adorando, y sin embargo los Cristianos critican a los 'paganos' por adorar imágenes labradas.) Y a los Judíos siempre se les ha identificado con el Diablo. Si bien en todas estas religiones el dios es básicamente el mismo, cada una se refiere al camino elegido por las otras como reprochable, y para colmo de males, cada uno de sus miembros REZA por los de las demás. Tienen desprecio por sus hermanos en la fe solo porque sus religiones portan distintas etiquetas, y tienen que liberar esa animosidad de alguna manera. Qué mejor forma de hacerlo, en vez de “orar”! Qué manera tan ridículamente cortés de decir “te odio”; tal es el apenas disimulado recurso conocido como "orar por tu enemigo"! Rezar por el propio enemigo no es más que rabia disfrazada y reprimida, y decididamente de una calidad bastante rastrera e inferior! Si ha habido una discrepancia tan violenta en cuanto a la manera apropiada de adorar a Dios, ¿cuántas interpretaciones de Dios puede haber —y quién tiene la razón? Todos los devotos a las “religiones de luz blanca” se ocupan de complacer a su Dios para que, al morir, puedan tener abiertas para sí las “Puertas Perladas”. Sin embargo, si un hombre no ha vivido su vida según los reglamentos de su fe, puede, a último minuto, llamar un clérigo a su lecho de muerte para la absolución final. El sacerdote, pastor o ministro irá corriendo entonces, para que haga “las paces con Dios”, y para cerciorarse de que el pasaporte para el Reino Celestial esté en toda regla. (Los Yezidis, una secta musulmana de adoradores del Diablo, adoptan un punto de vista muy distinto. Creen que Dios es todopoderoso, pero que también lo perdona todo, y que su misericordia es infinita, y por ende, creen que es al Diablo al que deben complacer, ya que es el que rige sus vidas mientras estén aquí en la Tierra. Creen tan firmemente que Dios perdonará todos sus pecados una vez que se les den los últimos ritos, que no sienten necesidad alguna de preocuparse con la opinión que de ellos tenga Dios mientras viven). Con todas las contradicciones en las escrituras Cristianas, hoy en día mucha gente no acepta racionalmente el Cristianismo de la manera en que ha sido practicado en el pasado. Un gran número de personas está comenzando a dudar de la existencia de Dios, en el sentido establecido de la palabra. Algunos hasta han comenzado a llamarse “Cristianos Ateos”. En verdad, la Biblia Cristiana es un montón de contradicciones; pero ¿qué podría ser más contradictorio que el término “Ateo Cristiano”? Si los mismos líderes prominentes de la fe Cristiana están rechazando las interpretaciones anteriores de Dios, ¿cómo puede esperarse que sus seguidores se adhieran a tradiciones religiosas del pasado? Con todos los debates acerca de si Dios ha muerto o no, si no lo está, ¡mejor que vaya a CUIDADOS INTENSIVOS!

LOS VAMPIROS PSIQUICOS ( EL ARTE DE LA MANIPULACION )


EL SATANISMO representa responsabilidad para el responsable, en lugar de preocuparse por vampiros psíquicos. Mucha gente que anda por el mundo practica el fino arte de hacer que otros se sientan responsables y hasta en deuda con ellos sin causa alguna. El Satanismo reconoce a estas alimañas por lo que son realmente. Los vampiros psíquicos son personas que privan a otros de su energía vital. Este tipo de persona puede hallarse en todos los niveles de la sociedad. No sirven para nada útil en nuestras vidas, y no son ni objetos de amor ni amigos verdaderos. Sin embargo, nos sentimos responsables por el vampiro psíquico sin saber por qué. Si crees que puedes ser la víctima de tal persona, hay unas cuantas reglas muy sencillas que te ayudarán a tomar una decisión. ¿Hay una persona que llames o visites frecuentemente —aunque realmente no quieras hacerlo— porque sabes que te sentirás culpable si no lo haces? O bien, ¿te encuentras haciendo favores constantemente para alguien que no te lo pide de frente, sino que te lo insinúa? La mayoría de las veces el vampiro psíquico utilizará psicología inversa diciendo "¡Oh, no podría pedirte que hicieras esto!" –y tú, en respuesta, insistirás en hacerlo. El vampiro psíquico nunca pide algo de ti. Eso sería demasiado osado y presuntuoso. Simplemente dejan que sus deseos sean conocidos de maneras sutiles que evitarán que se les considere una plaga. Ellos “nunca pensarían en imponerte algo" y siempre estarán felices y dispuestos a aceptar voluntariamente lo que les des, sin la menor queja —aparentemente.Sus pecados no son de hecho, sino de omisión. No es lo que dicen, sino lo que no dicen, lo que hace que te sientas responsable por ellos. Son muy cuidadosos como para hacerte una exigencia, porque saben que te ofendería, y tendrías una razón tangible y legítima para negárselas. Un gran porcentaje de estas personas tienen “atributos” especiales que hacen que el depender de ti sea más factible y mucho más efectivo. Muchos vampiros psíquicos son inválidos (o fingen serlo) o están "mental o emocionalmente trastornados". Otros pueden fingir ignorancia o incompetencia para que tú, por lástima —o la mayoría de las veces, por desesperación— hagas las cosas por ellos. Una manera tradicional de desterrar un demonio o un elemental es reconocerlo por lo que es, y exorcizarlo. El reconocer estos demonios contemporáneos y sus métodos, es el único antídoto para el efecto devastador que poseen sobre ti. La mayoría de las personas aceptan estos individuos pasivamente viciosos en su valor nominal solo porque nunca les han sido señaladas sus maniobras insidiosas. Se limitan a aceptar estas “pobres almas” por ser menos afortunadas que ellos, y sienten que deben ayudarlos de cualquier manera posible. Es un sentido equívoco de la responsabilidad (o un sentimiento infundado de culpa) ¡el que nutre al “altruismo” del cual se alimentan tales parásitos! Al vampiro psíquico se le permite existir porque escoge inteligentemente como víctimas a personas conscientes y responsables —personas con gran dedicación a sus “obligaciones morales”. En algunos casos somos “vampirizados” por grupos de personas, al igual que por individuos. Toda organización que se dedique a recaudar fondos, sea ésta una fundación de caridad, un consejo de comunidad o asociación religiosa o fraternal, etc, seleccionan cuidadosamente a una persona que sea hábil en hacer sentir culpable a otros. El trabajo de esta persona es el de intimidarnos para que primero abramos nuestros corazones, y luego nuestra cartera, a quienes se van a beneficiar de su “buena voluntad” —sin mencionar que en muchos casos, no donan su tiempo desinteresadamente, sino que están recibiendo un jugoso salario por su "noble acción". Son maestros en jugar con la compasión de la gente responsable. Cuan a menudo vemos niños pequeños que han sido enviados por estos Fagínes santurrones para extraer sin dolor donaciones de la gente de buen corazón. ¿Quién puede resistirse al encanto y la inocencia de un niño? Estas son, obviamente, personas que no son felices a menos que estén dando, pero la mayoría de nosotros no encaja en esta categoría. Desafortunadamente, la mayoría de las veces estamos haciendo cosas que la verdad no sentimos que se necesite que hagamos. Una persona consciente halla muy difícil el decidir entre la caridad voluntaria y la obligada. Querrá hacer lo que sea más justo y correcto, y lo más seguro es que halle desconcertante el hecho de tratar de decidir a quién debería ayudar y qué cantidad de ayuda se espera de él —legítimamente.Cada persona debe decidir por sí misma cuáles son sus obligaciones para con sus amigos, familia y comunidad respectivas. Antes de donar tiempo y dinero a personas fuera de su círculo familiar y de amigos, debe decidir cuánto puede, sin privar de algo a sus seres queridos. Al considerar todo esto, debe de asegurarse que se incluirá a sí mismo entre sus seres queridos. Debe evaluar cuidadosamente la validez de la petición que se le hace, y la personalidad o motivos de quien le hace dicha petición. Para una persona resulta extremadamente difícil aprender a decir “no” cuando toda su vida ha dicho "sí". Pero a menos que quiera que se aprovechen de él constantemente, tiene que aprender a decir "no" cuando las circunstancias lo justifiquen. Si se los permites, los vampiros psíquicos se infiltrarán en tu vida gradualmente hasta que ya no tengas privacidad —y tu constante preocupación por ellos te irá dejando sin ambición alguna. Un vampiro psíquico seleccionará siempre a una persona que esté relativamente satisfecha con su vida –una persona que esté felizmente casada, satisfecha con su trabajo, y que por lo general está bien adaptada al mundo que le rodea –para alimentarse de ella. El sólo hecho que un vampiro psíquico escoge a una persona feliz para hacerla su víctima demuestra que a él le faltan todas las cosas que tiene la otra persona; hará todo lo que pueda para provocar problemas y discordia entre su víctima y las personas a quienes más estima. Por lo tanto, ten cuidado de cualquier persona que parezca no tener amigos de verdad y sin interés aparente en la vida (excepto tú). Lo más seguro es que te diga que es muy selectivo con sus amistades, o que no hace amigos fácilmente debido a que sus parámetros son muy altos a la hora de escoger amigos. (Para conseguir y conservar amigos, uno debe estar dispuesto a dar algo de sí mismo —cosa que el vampiro psíquico es incapaz de hacer). Pero se apresurará a añadir que tú llenas todos los requisitos y que verdaderamente eres una sobresaliente excepción sobre todo el género humano –que tú eres uno de los pocos que de son dignos de su amistad. A menos que confundas amor desesperado (que es una cosa bastante egoísta) con vampirismo psíquico, hay que aclarar la enorme diferencia entre ambos. La única manera de determinar si estás siendo vampirizado es sopesar lo que le das a esa persona, y compararlo con lo que esa persona te da a cambio. Puede que a veces te irriten las obligaciones que te impone un ser querido, un amigo cercano, o hasta tu jefe. Pero antes de que los consideres vampiros psíquicos, debes preguntarte a ti mismo "¿Qué estoy obteniendo a cambio?" Si tu pareja insiste en que la llames con frecuencia, y le pides que tenga en cuenta el tiempo que pasa lejos de ti, has de saber que esa es una situación de intercambio. O si un amigo tiene la costumbre de llamarte a pedirte favores en los momentos más inoportunos, pero igualmente dependes de ellos para dar prioridad a tus necesidades más inmediatas, considéralo como un intercambio favorable. Si tu jefe te pide que hagas un poco más de lo que normalmente se espera que hagas, pero en el futuro ignorará una tardanza ocasional o te dará tiempo libre cuando lo necesites, seguramente no tienes razón alguna para quejarte ni necesitas sentir que se está aprovechando de ti. En cambio, estarás siendo vampirizado si te llaman incesantemente o esperan que hagas algún favor por alguien que, cuando necesites un favor, siempre resulta tener "otras ocupaciones más importantes". Muchos vampiros psíquicos te darán cosas materiales con el propósito expreso de hacerte sentir que les debes algo a cambio, y de esta forma te atan a ellos. La diferencia entre tu dar, y el de ellos, es que tu forma de pagarles a cambio siempre ha de ser algo no-material. Quieren que te sientas obligado hacia ellos, estarían muy decepcionados y hasta resentidos si intentases compensarles con cosas materiales. En esencia, les habrás "vendido tu alma" y al no recordártelo, te recordarán constantemente que estás en deuda con ellos. Siendo puramente Satánico, la única manera de tratar con un vampiro psíquico es "hacerte el tonto" y actuar como si fueran altruistas genuinos, y que realmente no esperan nada a cambio. Enséñales una lección al aceptar cortésmente lo que te dan, agradeciéndoles lo suficiente como para que se entere todo el mundo, ¡y luego te vas! De esta manera saldrás victorioso. ¿Qué podrán decir? Y cuando, inevitablemente, se espere de ti que retribuyas su “generosidad” (¡aquí viene lo difícil!) dices “NO” —pero, una vez más, ¡cortésmente! Cuando sientan que estás escapando de sus garras, pasarán dos cosas: Primero, actuarán "destrozados", esperando que tu antiguo sentimiento del deber y de compasión y de deber aflore nuevamente, y cuando (y si) nada sucediese, mostrarán su verdadera identidad y se mostrarán furiosos y vengativos. Una vez que los tengas en éste punto, podrás hacer el papel de la parte “ofendida”. Después de todo, no has hecho nada malo —simplemente tenías “otras obligaciones más urgentes” en el momento, y ya que no se esperaba nada a cambio de su obsequio, no debería haber resentimiento de parte de ellos. Por lo general, el vampiro psíquico se dará cuenta que sus métodos han sido descubiertos y no presionará la situación. No seguirá desperdiciando su valioso tiempo contigo, sino que se moverá hacia la siguiente víctima indefensa. Sin embargo, hay momentos en los que el vampiro psíquico no soltará su presa tan fácilmente, y hará todo lo que esté a su alcance para atormentarte. Para esto tendrán mucho tiempo disponible, ya que una vez rechazados, dejarán todo a un lado (es decir, lo poco que tengan) para dedicar cada momento de vigilia a planear la venganza a la que creen tener derecho. Por esta razón, lo mejor es, primero que todo, evitar una relación con este tipo de personas. Su "adulación" y dependencia de ti puede, al principio, ser muy halagadora, y sus obsequios materiales muy atractivos, pero una y otra vez terminarás pagando un precio bastante alto por ellos. No desperdicies tu tiempo con personas que terminan destruyéndote; en vez de ello concéntrate en quienes apreciarán tu responsabilidad hacia ellos y, de la misma manera, ellos hacia ti. Y si eres un vampiro psíquico —¡atiende este consejo! Cuídate del Satanista —¡está pronto y dispuesto a clavar gustoso la proverbial estaca en tu corazón!

EL SATANISTA AMA?


EL Satanismo representa amabilidad con aquellos que se la merecen en lugar de amor desperdiciado en ingratos.No puedes amar a todo el mundo; es ridículo pensar que puedes. Si amas a todo y a todos perderás tus poderes naturales de selección y acabarás siendo un pésimo juez de carácter y de calidad. Si algo es usado con demasiada libertad pierde su verdadera importancia. Por lo tanto, el Satanista cree que debes amar fuertemente y por completo a quienes merecen tu cariño, pero ¡nunca des la otra mejilla a tu enemigo! El amor es una de las emociones más intensas sentidas por el hombre; otra es el odio. Obligándote a sentir amor indiscriminado es algo poco natural. Si tratas de amar a todo el mundo, lo único que consigues es disminuir tus sentimientos hacia quienes merecen tu amor. El odio reprimido puede causar muchas enfermedades físicos y emocionales. Al aprender cómo descargar tu odio y dirigirlo a quienes se lo merecen, te limpias a ti mismo de todas ésas emociones malignas y no necesitarás descargar tu odio reprimido sobre tus seres queridos.Nunca ha existido un gran movimiento de "amor" en la historia de la humanidad que no haya terminado asesinando un incontable número de personas —¡debemos suponer que era para demostrar cuánto las amaban! ¡Todo hipócrita que ha caminado sobre la faz de la Tierra ha tenido sus bolsillos rebosantes de amor! Todo religioso farisaico asegura amar a sus enemigos; aún cuando es atacado se consuela a sí mismo pensando “Dios los castigará”. En lugar de admitir que son capaces de odiar a sus enemigos y tratarlos de la forma que se merecen, dicen: “Bueno, pero por la gracia de Dios, voy a rezar por ellos”. ¿Por que habríamos de humillarnos y rebajarnos a nosotros mismos al sacar una comparación tan incorrecta? Se ha pensado que el Satanismo es sinónimo de crueldad y brutalidad. Esto se debe únicamente a que la gente tiene miedo de enfrentar la verdad —y la verdad es que el ser humano no es tan benigno ni amoroso. Sólo porque el Satanista admite que el ser humano es capaz tanto de amar como lo es de odiar, es considerado odioso. Al contrario, como es capaz de dar rienda suelta a su odio a través de una expresión ritualizada, es mucho más capaz de amar —con el más profundo amor. Al reconocer y admitir honestamente tanto el amor como el odio que siente, no confundirá una emoción con la otra. Si no eres capaz de experimentar una de éstas dos emociones, no podrás experimentar la otra completamente.

TU ERES DIOS दिओस


T ODAS las religiones de naturaleza espiritual son invenciones del hombre. Éste ha creado todo un sistema de dioses sin otra ayuda que la de su cerebro carnal. Solo porque tiene un ego y no puede aceptarlo, ha tenido que exteriorizarlo en un gran artificio espiritual al cual llama “Dios”. Dios puede hacer todo lo que al hombre le está prohibido hacer —tales como matar gente, hacer milagros para gratificar su voluntad, ejercer control sin ninguna responsabilidad aparente, etc. Si el hombre necesita tal dios y reconoce a ése dios, entonces está adorando una entidad que ha inventado un cerebro humano. Por lo tanto, ESTÁ ADORANDO AL HOMBRE QUE INVENTÓ A DIOS. ¿No es más sensato adorar un dios que él, él mismo, ha creado, conforme a sus propias necesidades emocionales —uno que represente mejor su propio ser físico y carnal que tiene la idea y el poder de inventar un dios en primer lugar?Si el hombre insiste en exteriorizar su propio ser verdadero en la forma de “Dios”, entonces ¿por qué temer a su propio ser, al temer a “dios” —por qué alabar su propio ser alabando a “Dios”?— ¿por qué permanecer por fuera de Dios PARA PODER INMISCUIRSE EN RITUALES Y CEREMONIAS RELIGIOSAS EN SU NOMBRE?El hombre necesita del ritual y el dogma, pero ¡ninguna ley establece que sea necesario un dios exteriorizado para poder realizar rituales y ceremonias hechas en el nombre de un dios! ¿Podría ser que, cuando el hombre cierre el vacío entre sí mismo y su “Dios”, vea al demonio del orgullo intentando salir —la personificación misma de Lucifer apareciendo en medio? El hombre ya no puede verse a sí mismo como dos partes, la carnal y la espiritual, sino que las vea converger en una sola, y entonces descubrirá horrorizado que son una sola entidad carnal —¡Y QUE SIEMPRE FUE ASÍ! Entonces, o bien se odiará a sí mismo hasta la muerte, día tras día —o se regocijará de ser lo que es! Si se odia a sí mismo, buscará caminos espirituales de “iluminación” cada vez más nuevos y más complejos, con la esperanza de poder dividirse otra vez en su búsqueda de “dioses” más fuertes y exteriorizados para que azoten su miserable cáscara corporal. Si se acepta a sí mismo, pero reconoce que el ritual y la ceremonia son elementos importantes que sus religiones inventadas han utilizado para sustentar su fe en una mentira, entonces que sea EL MISMO TIPO DE RITUAL el que sustentará su fe en la verdad —el espectáculo primitivo que le hará consciente de la sustancia añadida a su propio ser majestuoso. Cuando se ha desvanecido toda fe religiosa en mentiras, se debe a que el hombre se ha acercado más a sí mismo y se ha alejado de “Dios”; más cerca al “Diablo”. Si esto es lo que el diablo representa, y un hombre vive su vida a la sombra del diablo, con todo el vigor de Satán moviendo su carne, entonces mejor que escape del cacareo y la criticonada de quienes se denominan “justos”, o bien permanezca orgullosamente en sus lugares secretos de la tierra y manipule a las masas atontadas a través de su propio poder satánico, hasta el día en que pueda manifestarse en todo su esplendor, proclamando “¡SOY UN SATANISTA, INCLINAOS, PORQUE SOY LA PERSONIFICACIÓN MAS ALTA DE LAVIDA HUMANA!”

SATANAS O DIOS?